¿Me conoces, Señor? ¿Sabes quién soy por dentro?
No te fijes en mi rostro, que no tengo rostro.
Llevo puesta una pesada mascara que me impide ser yo mismo.
Quiero hacer camino hacia mi interioridad y no sé cómo avanzar paso a paso.
Soy un desconocido para mí. Desconocido para los otros.
Estoy cansado de quedarme fuera de las cosas.
Quiero entrar en mí mismo, conocerme por dentro.
Quiero saber quién soy, cual es mi origen.
Quiero saber porque estoy en la vida.
Quiero saber los porqués de tantas cosas.
Saber si vale la pena vivir como yo vivo.
Quiero saber hacia dónde camino.
Quiero saber por qué lucho entre el pesimismo y la valentía.
Quiero saber por qué me canso en las cosas que hago.
Por qué soy inconstante en ellas. ¡Por qué!
Señor, busco dentro de mí y no me aclaro.
Quiero llegar hasta el fondo y apenas piso la superficie.
Señor, ¿Dónde encontrar respuesta a mi búsqueda?
Ayúdame, señor, a buscar mi otro rostro. Mi verdadero rostro.
Ayúdame a quitarme las caretas.
Ayúdame a descubrirme por dentro.
Ayúdame a aceptarme como realidad que soy.
Ayúdame a aguantar mis miedos, mis inseguridades.
Ayúdame a superar mis fracasos y salir de mis derrotas.
Ayúdame a seguir adelante Y no volverme atrás.
Ayúdame a superar mis desánimos y mis desilusiones.
Ayúdame A saber comenzar cada día: ¡Siempre!
Señor Jesús, no quiero quedarme encerrado en mí mismo.
Señor Jesús, rompe mi concha, retira mi máscara, derriba mi muro
Y sé para mi Puente, ese Puente que necesito
Para pasar del cerco de mis amarras
A la libertad de un corazón nuevo y lleno de vida. Amén
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